Hace unas semanas conocíamos a Lucía Vilar, una de nuestras alumnas más veteranas en h4. En su artículo, nos contaba lo que había supuesto para ella su experiencia con nosotros. Ahora llega el turno de conocer a Diego Priego, uno de los jóvenes premonitores que este verano han dejado de ser alumnos y han dado un paso más allá: acompañar a los monitores en el día a día del cuidado de los alumnos y aprender de ellos para llegar a ser un excelente monitor en el futuro.
Hace 3 años, en 2016, descubrí H4 e hice mi primer viaje a Irlanda, en concreto a Carlow. Disfruté tanto el primer año y conocí a tanta gente que al verano siguiente decidí volver al mismo lugar, y como era de esperar ese verano también fue inolvidable, así que otro año más me fui de Irlanda con el convencimiento de que volvería para disfrutar de otras 3 semanas que, para mí, son las mejores de todo el año.
Llegué a Carlow por tercer verano consecutivo, y fue entonces, tras hacer el programa de Start Up English durante 3 años cuando se me ofreció la posibilidad de volver un verano después, este último de 2019, a Irlanda, como premonitor y desarrollar el programa desde un punto de vista diferente y ayudar a otros tantos chicos que, como yo en su momento, estaban disfrutando de su primer viaje a Irlanda, o la primera vez que desarrollaban el programa. Al final las oportunidades llegan, tras 3 años trabajando para conseguir ser el proyecto ganador y que nuestra idea fuese la mejor llegó esa gran oportunidad, tan inesperada como gratificante.
El pasar de alumno a premonitor ha supuesto para mí un cambio muy importante ya que he aprendido a valorar y a aprovechar las oportunidades y sacarles el máximo resultado positivo posible; además de enseñarme que con esfuerzo se le puede dar continuidad a esas oportunidades. A parte, he conocido a gente estupenda, me ha permitido hacer amigos y he trabajado con compañeros que anteriormente habían sido mis monitores. Sin duda alguna, recomendaría aprovechar esta oportunidad a cualquier persona que se le ofrezca, ya que es una oportunidad única, irrepetible y espectacular.
Así que 3 años después de mi primera experiencia, donde no conocía el país donde iba, se podría decir que Irlanda ahora es como mi segundo hogar, donde tras un año lleno de rutina disfruto de 3 semanas de experiencias inolvidables, actividades y me reencuentro con antiguas familias de acogida y amigos tanto españoles como irlandeses, pero sobre todo la combinación de diversión y aprendizaje que tan bien desarrolla H4.