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LITHA o solsticio de verano, es el día más largo del año. Tiempo de compartir, de salir, de bendecir al sol, de disfrutar con los seres queridos de la naturaleza. Los días son luminosos. Se celebra la vida, el amor, la felicidad, el buen tiempo, el descanso, la vida, la confianza en que todo sigue su curso y es tiempo de celebración y ternura. Litha quiere decir fuego solar, calor solar, luz solar, fin de la oscuridad, fuerza y belleza del sol que todo lo vuelve prospero. Es el tiempo de merecido descanso entre la siembra y la cosecha. (El origen de las vacaciones).

El verano nos atrae durante todo el año con la promesa de refrescantes baños en la piscina o en el mar, riquísimos helados y tardes de relax a la sombra. Para quienes viven en el hemisferio norte, la estación oficial de verano empieza el 20 o 21 de junio, dependiendo de dónde vivas, con la llegada del solsticio de verano.

Pero, ¿qué es exactamente el solsticio? Es el resultado de la inclinación del eje norte-sur de la tierra 23,4 grados hacia el Sol. Esta inclinación hace que cantidades diferentes de luz solar alcancen diferentes regiones del planeta durante la órbita de la Tierra en torno al Sol.

En el solsticio de junio, el Polo Norte se encuentra más inclinado hacia el Sol que durante cualquier otro día del año. Esto significa que en el solsticio de junio, el hemisferio norte vive el día más largo y la noche más corta del año. En el hemisferio sur ocurre lo opuesto: junio trae el solsticio de invierno y el día más corto del año.

El solsticio de verano es motivo de antiguas celebraciones

El solsticio de verano ha sido reconocido y celebrado por muchas culturas a lo largo y ancho del mundo.

Los antiguos egipcios, por ejemplo, construyeron las grandes pirámides de forma que el Sol, visto desde la esfinge, se situase exactamente entre dos de las pirámides en el solsticio de verano.

La cultura inca celebraba su correspondiente solsticio de invierno con una ceremonia llamada Inti Raymi, que incluía ofrendas de comida y sacrificios de animales e incluso de personas.

Recientemente, los arqueólogos han descubierto restos de un observatorio astronómico en una ciudad maya enterrada en Guatemala, en la que los edificios estaban diseñados de modo que se alineaban con el Sol durante los solsticios. Durante esos días, la población de la ciudad se resguardaba en el observatorio para contemplar a su rey dando órdenes a los cielos.

Y quizás el más famoso, el monumento de Stonehenge en Reino Unido, ha sido asociado con los solsticios de verano e invierno durante más de 5.000 años. Los observadores en el centro de estas piedras pueden contemplar el amanecer del solsticio de verano sobre Heel Stone, que se encuentra justo en el exterior del círculo principal de Stonehenge.

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