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El 6 de agosto es una fecha muy señalado en las tradiciones celtas de la isla esmeralda, nuestro país hermano, Irlanda. Este día se celebra el LUGHNASAD.

Esta es la celebración de la cosecha en honor del dios LUG. Antiguamente esta fiesta, muy entrañable, convocaba a todas las personas de pueblos y aldeas y se cocía el primer pan de la cosecha anual de trigo. La vida se hace al aire libre. Se celebran juegos y competiciones. Todo es alegría; se recogen nuevas semillas para que haya prosperidad cuando se acerque el invierno.

Actualmente, durante la primera semana de agosto, es común en muchas poblaciones irlandesas celebrar festivales de distinto índole, ferias y celebraciones varias, en recuerdo de la antigua  tradición de sus antepasados.

El dios Lug (en irlandés, y Lugus en galés) era un dios guerrero cuyas cualidades y dones son las mismas que las de Mercurio para los romanos,  las de Hermes para los griegos y las de Thot para los egipcios. Una de las traducciones del nombre Lug es cuervo (Lugos). El cuervo es el que abre la puerta a la magia, el que otorga nuevas oportunidades cuando todo parece estar en contra y te aporta nuevos impulsos.

Aunque no lo parezca, esta celebración en honor de Lug tiene sus influencias en nuestro país, España, por el pasado en común de las tribus celtas. Según la mitología irlandesa, Lug era la máxima divinidad guerrera y protectora de los Tuatha de Dannan, a los que los protegió.Vino a la vida, haciéndose hombre, por la unión de la hija del rey de los mares (Balaor) y un guerrero de los Tuatha de Dannan. Sus atributos son:

  • la Lanza mágica que hiere y mata -sin necesidad de ser lanzada por mano alguna- a todos los enemigos de Lug.
  • El Arco Iris por ser el símbolo de la paz y el pacto del cielo con la tierra.
  • El rayo y el Trueno.

En los principios de la historia celta, se habla de dos tribus que aunque hermanas están enfrentadas: los Fir-Bolg y los Thuata de Dannan, los primeros oscuros y practicantes de la magia negra, los segundos hijos de la Luz y practicantes del culto a lo Sagrado, el respeto a la vida y por lo tanto, practicantes de la magia blanca. Con sus artes oscuras, los Fir-Bog vencieron a los Thuata de Dannan que tuvieron que diseminarse. En su periplo contactaron con otros pueblos a los que trasmitieron su cultura y magia, especialmente en la península Ibérica.

Se dice que un dios tan luminoso no puede brillar sin su contraparte femenina. Su compañera y alma gemela era la diosa de la Luz, la Brillante, también llamada Lusina, cuyo símbolo es también un ave: la Oca.

Sus hazañas, legados e influencias quedan perdidos en los anales de la historia y mezclados con cuentos y leyendas pero los nombres de dicha influencia siguen ahí en los nombres de algunos lugares como: LUGO, LUSITANIA (Portugal) Lluch (Islas Baleares) Lucena (Andalucía) y en nombres acoplados por el calendario católico: San Lucas, Santa Lucia, San Lorenzo, La Virgen de la Luz, etc.

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