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Recién acabadas las Fallas, con su olor a pólvora y fiesta, a tradición y magia; le damos la bienvenida a la estación más activa del año: La primavera.

En Valencia acabamos de celebrar esta festividad que abre la puerta a esta estación y en Irlanda, nuestro país hermano, están a punto de celebrarlo. Hoy, 21 de marzo, llega el OSTARA o equinoccio de primavera.

El origen de las Fallas se remonta a la antigua tradición de los carpinteros de la ciudad Valencia, en vísperas de la fiesta de su patrón, San José. Entonces ya quemaban frente a sus talleres, en las calles y en las plazas públicas los trastos viejos e inservibles junto con las piezas de madera que empleaban para elevar los candiles que les iluminaban mientras trabajaban en los meses de invierno. Las pequeñas estructuras que ardían durante el siglo XVIII adoptaron el nombre de Fallas y evolucionaron con el paso de los años hasta convertirse en obras de arte efímeras marcadas por su componente crítico, irónico y humorístico. A diferencia de lo que sucede en la actualidad, aquellos montones de madera se quemaban el 18 de marzo. Hoy en día, la Cremà coincide con la festividad de San José, el día grande de las fiestas.

Y mientras en Valencia miles de monumentos han sido quemados en representación del renacer a un nuevo año, en Irlanda estas son las fiestas del equinoccio de primavera, de la confianza y de la abundancia, donde se confía en la fertilidad tanto de la comunidad como individual, de la tierra, de las familias, de los animales y de la vida. Ostara es la Diosa Liebre, la que representa la rapidez, los recursos, la abundancia y la fertilidad. Los huevos pintados, de caramelo o de chocolate, son un símbolo de abundancia y alegría para celebrar la proximidad de la primavera. Por eso, en la antigüedad, durante este día, la gente se intercambiaba huevos pintados y decorados: este fue el origen de los huevos de pascua, pues muchas veces esta festividad coincidía con esta fiesta cristiana. Esta tradición ha llegado hasta nuestros días, aunque la festividad de Pascua no coincida cada año con los días del equinoccio.

Quemando fallas o celebrando el equinoccio, desde h4 damos la bienvenida a la estación del año más bulliciosa, esa en la que ultimamos los detalles que harán que el verano no dé el fruto de tanto trabajo y donde nuestros alumnos puedan disfrutar de los programas especiales que preparamos para el verano. Estamos seguros que les esperan grandes experiencias.

Ilustración realizada por Christopher Bell

 

 

  • Lazaro Abr 10, 2019 Responder

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