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Recién acabadas las Fallas, con su olor a pólvora y fiesta, a tradición y magia; le damos la bienvenida a la estación más activa del año: La primavera.

Y mientras en Valencia miles de monumentos han sido quemados en representación del renacer a un nuevo año, en Irlanda estas son las fiestas del equinoccio de primavera, de la confianza y de la abundancia, donde se confía en la fertilidad tanto de la comunidad como individual, de la tierra, de las familias, de los animales y de la vida.

Quemando fallas o celebrando el equinoccio, desde h4 damos la bienvenida a la estación del año más bulliciosa, esa en la que ultimamos los detalles que harán que el verano nos dé el fruto de tanto trabajo y donde nuestros alumnos puedan disfrutar de los programas especiales que preparamos para el verano. Estamos seguros que les esperan grandes experiencias en cada una de las ciudades donde pasaremos este verano.

La magia de la costa Oeste nos espera nos espera en Galway, tierra de mitos y leyendas celtas. Nuestros alumnos podrán conocer enclaves imprescindibles como los acantilados de Moher o la abadía Kilmore.

 

También podemos disfrutar de la Irlanda más tradicional en localizaciones inmejorables como Athy, Thurles o Carlow, situadas a pocos kilómetros de distancia y que nos ofrecen nuestro particular triángulo de oro en el desarrollo de nuestros programas.

Dublín, por supuesto, como capital de la isla Esmeralda, también nos brinda oportunidades únicas de conocer la parte más moderna y cosmopolita de Irlanda. Infinidad de oferta cultural y de entretenimiento, para hacer de nuestro viaje algo inolvidable.

Y no podemos olvidarnos de Waterford o Cork, dos ciudades grandes y al tiempo acogedoras, llenas de vida y actividad que harán la delicias de nuestros estudiantes durante su estancia en Irlanda.

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