Mi experiencia en Athy, Irlanda, ha sido la mejor vivida hasta el momento.
Era la primera vez que salía tanto tiempo de mi hogar y a un país distinto. Los días previos a mi aventura estaba muy nervioso y enfadado por la incertidumbre que me ofrecía este viaje. Pero sólo duró unas horas desde que partimos de Madrid. En el momento que aterricé en Irlanda y llegamos al colegio ya empecé a sentir que una nueva familia iba a empezar a formarse.
Las familias que nos acogieron todas eran encantadoras, muy familiares por lo que yo viví y por lo que me contaban mis amigos. Estaban pendientes de cubrir nuestras necesidades, de acercarse todo lo posible a nuestras costumbres y hacer que echáramos lo menos posible a nuestros padres.
El colegio, nuestro segundo hogar allí, era una un lugar de encuentro para reunirme todos los días con mis nuevos amigos que estaba deseándoles ver todas las mañanas. Nos enseñaron mucho inglés haciéndonos las clases muy amenas y divertidas. Los profesores eran muy simpáticos.
Todas las tardes teníamos actividades distintas: bailes, juegos, deporte …después de las clases y antes de volver con nuestras familias a cenar .
Los monitores siempre atentos a solucionar todo los problemas que les planteábamos, muy cariñosos, siempre jugaban con nosotros y nos hacían sentirnos como uno más de ellos.
Me encantó el pueblo porque era pequeño, muy acogedor y resultaba muy familiar.
Resumiendo, ha sido una experiencia muy chula y muy interesante. Te hace crecer personalmente porque estás fuera de tu casa, de tus padres y valoras más todo lo que tienes en tu casa.
Estoy deseando que llegue el verano del 2017 para volver a formar parte de la familia de H4 Idiomas.