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Si planeas ir a Dublín y no dispones de mucho tiempo para visitarlo, aquí tienes algunos puntos claves que no te puedes perder.

Empezaremos nuestra ruta en pleno centro de Dublín: O’Connell St. es una de las principales zonas comerciales de la ciudad. Es un lugar de visita obligada tanto para pasear como para ver sus monumentos; entre los que se encuentran el monumento al líder del siglo XIX, Daniel O’Connell, que le da nombre a la calle, o el emblemático Spire, que es visible desde cualquier punto de la ciudad. Se trata del ‘Monumento de la Luz’, alcanza los 120 metros de altura y see erigió como conmemoración del nuevo milenio.

Podemos seguir nuestra visita cruzando el río por el Ha’Penny Bridge, el puente peatonal más transitado de la ciudad y también el más famoso. Este puente marca el inicio de nuestro paseo por Temple Bar, el barrio bohemio y cultural de Dublín. En él encontramos los pubs más antiguos y conocidos, como el ‘Temple Bar’, ‘The Quays Bar’ o el ‘Oliver St. John Gogarty’, ideales para sentarse a tomar algo y coger fuerzas para seguir con nuestro paseo. También en este barrio encontrarás mercados callejeros, galerías de arte y tiendas artesanales.

Callejeamos un poco más hasta llegar a la estatua de Molly Malone, en Suffolk Street. Famosa pescadera de día y de vida alegre por las noches, esta mujer se ha convertido, gracias a la canción de James Yorkston en un himno para todos los irlandeses. Cuenta la leyenda que todo aquel que le toque el pecho volverá a Dublín, así que ya sabes, no te cortes si quieres volver a esta ciudad de ensueño.

Un poco más adelante encontraremos la Universidad más importante y antigua de Irlanda: el Trinity College. A lo largo de la historia, esta universidad ha visto pasar por sus aulas a algunos irlandeses ilustres como Samuel Beckett, Bram Stoker, Oscar Wilde o Edmund Burke. En su biblioteca, una de las más importantes del mundo, se conserva también su libro más famoso: The Book of Kells, que contiene un texto en latín de los cuatro evangelios escritos con una caligrafía muy ornamentada, realizada con coloridos pigmentos.

Si no dispones de más días, puedes seguir tu paseo por Grafton Street, una de las calles comerciales más bulliciosas, y acabar tu visita en St. Stephen’s Green, pasando por ‘The Houses of Parliament’, pero si tu visita dura varios días, tómate un descanso en cualquiera de los restaurantes de la zona y disfruta de la vida nocturna de la ciudad.

Locales como ‘Lillie’s Bordello’s’, ‘Café En Seine’ o cualquiera de los situados en Anne’s Lane te harán pasar un rato inolvidable.

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